13 de julio de 2014
Reflexiones de una tarde de verano
Yo (María) y dos chicas de la agencia estamos pasando la tarde de domingo en la piscina de casa de una de nosotras. Por cierto que algunos vecinos no paran de mirarnos. La anécdota viene cuando oímos jaleo en la zona de los aseos. Al cabo de poco el rumor corre como la pólvora. Una madre ha pillado a su hija adolescente "haciendo cosas" en los lavabos con otro chico de la urbanización. Las risas son inevitables! Pobre disgusto para la madre, situación embarazosa donde las haya para la hija, y marronazo para el pobre chico. ¿Irá la madre de la chica a hablar con los padres del chico? Más risas!!! El sexo es parte de la naturaleza humana. Tal vez el error de la pareja adolescente fue hacerlo en un lugar donde te pueden pillar. Pero aun mayor error el de la madre por ir detrás de la hija. ¿Acaso la madre no se imagina que su hija ha crecido y tiene necesidades sexuales que satisfacer? La verdad... que sería del verano sin sexo. Que sería del sexo sin verano. Y ya que nos ponemos, que sería la vida sin sexo. Decía John Lennon que "vivimos en un mundo donde se practica la violencia a plena luz del día y nos escondemos para hacer el amor". Tal vez ese sea el problema...