Mucho antes de que la trilogía literaría Cincuenta Sombras de Grey y su reciente estreno cinematográfico, el erotismo ya inundó las pantallas con otras películas incluso mucho más que la que parece haber revolucionado el panorama internacional por la inclusión de un bondage suave y unas prácticas sexuales poco habituales. Los 90 fueron una década dorada para el thriller erótico y muchas actrices se dejaron filmar desnudas en escenas sexuales.
Sharon Stone y Kim Basinger fueron dos de los icónos de finales de los 80 y principios de los 90. La primera protagonizó el famosísimo cruce de piernas de Instinto Básico, la segunda hizo las mil virguerías en Nueve Semanas y Media. Pero también dentro de Los Puentes de Madison, Memorias de África o El Paciente Inglés encontramos escenas de alto voltaje sin ayuda de la parafernalia de la que presume Christian Grey.
La seducción de Mrs. Robinson en El Graduado ha quedado ya en el imaginario popular, y Richard Gere fue uno de los más demandados para este tipo de papeles desde su desnudo en Amercian Gigoló o la película Infiel. Más cercana en el tiempo es Nymphomaniac, una película que explora la vida de su protagonista a través de sus prácticas sexuales extremas.
